La comunidad indígena más alejada de la cabecera municipal sigue de plácemes a consecuencia de la construcción de su carretera que une de Guadalupe Victoria y San Fernando con el tramo de diferentes comunidades de la sierra, vía corta que representará un enorme y valioso apoyo en la circulación regional hacia los Municipios de Coyutla y Entabladero, entre otros.
Contentos porque próximamente será inaugurada la magna obra despúes de casi 50 años de esperarlo, agradecidos señalan que hubo justicia social “el gobierno nos miró bien y les damos gracias” en la comunidad indígena en la que un muy elevado número de ciudadanos –un 90 por ciento aproximado-, aún habla el totonaco y viste a la usanza.
La mayoría siembra maíz y otro tipo de granos y leguminosas, la calabaza se perdió casi toda por falta de humedad, hay parcelas de frutales como plátanos de diversas especies pero Manuel Pérez Santiago, Francisco Arriaga, Ignacio Santes Vicente, Manuel Santes Pérez, Felipe Licona y José Santes García hoy, dan gracias a Dios por el agua que ha caído en las ultimas horas.
La actividad preponderante es la agricultura, “es un pequeño ejido con servicios que nunca imaginamos que íbamos a tener, con el Alcalde César Ulises García Vázquez nos ha ido bien, siempre que ha estado ha habido obra y ahora con esta carretera damos gracias al Gobernador Cuitláhuac y el amigo Secretario José Luis Lima Franco que ayudaron” manifiestan integrantes del comité de la Subagencia Municipal que encabeza Pedro Santes. El agua siguió cayendo.
