La toma de posesión de Pedro Rocha como presidente de la Federación Española de Fútbol ha traído consigo tranquilidad, tanto en el día día en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, como en la relación federativa con la UEFA y la FIFA. El fantasma de la suspensión al fútbol español estuvo sobrevolando los despachos de los máximos organismos del mundo del fútbol, pero el periodo de reflexión abierto con la llegada de Rocha al sillón presidencial, ha logrado que la Federación Española de Fútbol no esté entre las federaciones investigadas y posibles sancionadas en el congreso de la FIFA del próximo viernes.
No se puede decir lo mismo de la relación de la entidad que dirige Gianni Infantino y el Consejo Superior de Deportes. La FIFA sigue esperando la respuesta a esa petición hecha desde Zúrich y Nyon de manera conjunta, en la cual se preguntaba qué funciones y hasta donde iba a llegar la Comisión de Supervisión, Normalización y Representación creada por el CSD, con Vicente del Bosque como presidente, de la que se sabe por el anuncio de su creación, pero de la que por el momento no se ha tenido noticia alguna.
FIFA
Todas las decisiones adoptadas por Pedro Rocha, como por ejemplo el nombramiento del nuevo Secretario General, han sido tomadas por el presidente sin consultarlas a la citada comisión. Cierto es que no ha habido ningún movimiento extraño y que todo ha obedecido a criterios de gestión y mirando en todo momento a los ejecutivos que ya estaban trabajando en la Federación, pero todo con total independencia y centrándose en lo que verdaderamente era necesario.
El claro síntoma de que todo vuelve a una normalidad aparente es que Pedro Rocha se van a reunir con Gianni Infantino con motivo del congreso de la FIFA en Bangkok. Y es que aquí el que representa el fútbol español es el presidente de la Federación. El fútbol español necesita recuperar la confianza perdida hacia el exterior y la reunión va a dar forma a esa normalidad. El Mundial 2030 está en juego y es la propia FIFA la que ha sido el principal avalista de un proyecto a seis bandas que todavía tiene que terminar de tomar forma.
España, en su sitio
España no ha perdido el sitio, pero si la anunciada intervención gubernamental se hubiera producido, el proyecto habría empezado a tambalearse y la parte española de esa Copa del Mundo habría empezado a quedar reducida de manera alarmante o incluso habría desaparecido.
La idea que maneja el mundo del fútbol ahora mismo es que la final de esa Copa del Mundo tenga lugar en Madrid y en el Santiago Bernabéu. El matchball se ha salvado a tiempo, pero todavía no se puede cantar victoria. La decisión definitiva llegará en el mes de julio y antes hay que salvar alguna que otra dificultad y encontrar un punto de acuerdo, como que el Real Madrid cierre un pacto con la FIFA, para la cesión del Santiago Bernabéu para la celebración del mundial. Algo que pasa con otras sedes y otros estadios, que ven como excesivo el tiempo que los recintos tienen que estar bajo el control FIFA.
