Europa sigue perdiendo joven talento que pone rumbo a Estados Unidos. Pero no a la NBA, que es la meta de la mayora de los que emigran. Los chavales marchan ahora a la NCAA, donde se les abre un universo profesional, pero tambin vital. Es complicado renunciar a la posibilidad de jugar al baloncesto, percibir salarios que son impensables en Europa para chicos de su edad y tener acceso a una carrera universitaria.
Kasparas Jakucionis, base de 1,92 metros y 18 aos de la cantera del Barcelona, y los madridistas Egor Demin (escolta de 2,04 metros y 18 aos) e Ismaila Diagne (pvot de 2,14 metros y 17 aos) seguirn este verano los pasos de Aday Mara (Casademont Zaragoza), Jan Vide (Real Madrid), lvaro Folgueiras (Unicaja), Conrad Martnez (Joventut)… Todos ellos apostaron por dejar sus equipos para enrolarse en universidades de Estados Unidos. Otros, como Izan Almansa, probaron en Overtime Elite o en el NBA G League Ignite.
“La universidad era una opcin para jugadores de perfil medio. Iban los de segundo nivel y los buenos se quedaban. La tendencia ha cambiado y ahora pueden pagar”, dice un agente de jugadores sobre los derechos NIL (siglas de nombre, imagen y semejanza en ingles). Hasta hace unos aos, estaba prohibido que los jugadores universitarios percibieran dinero, pero ahora pueden hacerlo a travs de, entre otras cosas, acuerdos publicitarios. Mara ha ganado esta temporada en UCLA entre 600.000 dlares y un milln, mientras que Jakucionis se llevar 750.000 dlares brutos en Illinois.
El pack completo
Sin embargo, otro representante considera que “muchos no se van all por lo econmico, sino por el baloncesto. Les acerca ms a la NBA, que es su verdadero sueo. All tienen mayor visibilidad. Y si encima pueden tener unos estudios universitarios, cosa que en Espaa es difcil de hacer compatible, pues mucho mejor. Juegas, te expones, te ven, es un buen escaparate y te sacas una carrera. Es el pack completo”.
En la Liga Endesa y la LEB Oro prima ganar, no son categoras formadoras. Los entrenadores no apuestan por los chicos porque necesitan victorias. Si pierden, a los que despiden es a ellos, aunque hayan dado minutos a los canteranos
Un representante de jugadores
El salto a profesional es muy complejo para los jvenes. Por mucho que hayan destacado en categoras de formacin, hacerse hueco entre los mayores es difcil. No hay muchas oportunidades para chicos de entre 18 y 22 aos salvo que sean talentos extraordinarios. “En la Liga Endesa y la LEB Oro prima ganar, no son categoras formadoras. No se han dado pasos para cambiarlo ni se espera que se den. Los entrenadores no apuestan por los chicos porque necesitan victorias, no les vale experimentar. Si pierden, a los que despiden es a ellos, aunque hayan dado minutos a los canteranos”, lamenta un tercer agente.
Y es que muchos de los jvenes se marchan sin apenas haber aportado nada al primer equipo. Jakucionis suma tres partidos en la Liga Endesa con el Barcelona y uno en la Euroliga, Diagne ha disputado cinco encuentros con el Madrid en la ACB y dos en la competicin europea y Demin slo jug una vez con el primer equipo blanco. Visto as, les merece la pena a los clubes apostar por la cantera si los chicos se van? En el mejor de los casos, a su vuelta a Europa si no triunfan en Estados Unidos, pueden conservar sus derechos.
Preocupacin en la ACB
Desde la ACB la fuga de talentos se vive con preocupacin, sobre todo por esa valiosa labor que hacen los equipos y por la que apenas obtienen recompensa. “No tiene sentido frenar el desarrollo de un jugador y si l cree que su desarrollo est en la NBA, me parece bien. Otra cosa es cuando no se tiene respeto a mis 18 clubes, que hacen un enorme trabajo en sus canteras. No me gusta la manera de extraer ese talento. Me siento orgulloso de que en Espaa haya tanto jugador que resulte atractivo para el mercado americano, pero la manera se debe perfeccionar”, afirma Antonio Martn.
Mis 18 clubes hacen un enorme trabajo en sus canteras y no me gusta la manera de extraer ese talento, se debe perfeccionar
Antonio Martn, presidente de la ACB
El presidente de la ACB cree que “organizaciones que tienen un radio de accin internacional o ms global deberan sentarse con la actitud necesaria. No quiero decir que a los jugadores se les deba exigir que manejen su carrera profesional de una manera o de otra, pero s exijo que al club que ha invertido mucho dinero en un jugador tenga una recompensa distinta a la que ahora tiene”.
El proceso no slo afecta a Espaa, sino que es generalizado en Europa. Francia, otra potencia en categoras de formacin, ve cmo sus mejores proyectos han marchado en los ltimos aos rumbo a la NCAA, al Overtime Elite League e incluso a la Liga de Australia. “La tendencia es imparable salvo que aqu se les den incentivos. Hay que adaptarse y cambiar cosas para que los chicos se queden. Es difcil competir contra eso“, resume uno de los representantes.
