***Nacional.-
Las comisiones unidas de Puntos Constitucionales y de Estudios Legislativos, Segunda, aprobaron un dictamen que reforma el artículo 58 de la Constitución, a fin de que la edad mínima para ser senador pase de 25 a 21 años.
El promotor de la iniciativa, el senador morenista Martí Batres, dijo que los jóvenes merecen ser representados, sus ideas y sus voces deben ser tomadas en consideración en la vida política y democrática del país, por lo que deben llevar su propia voz en las cámaras del Congreso.
De esta manera, las comisiones de Puntos Constitucionales que presiden Batres y Estudios Legislativos, Segunda, Ana Lilia Rivera Rivera, eliminaron un requisito considerado como “discriminatorio” y se iguala con la edad mínima que se solicita para ser diputado federal.
En el dictamen se señala la importancia de dar mayor participación a la juventud en todos los ámbitos de la vida pública del país.
“Es fundamental que se visibilice a este sector de la población para que sus proyectos, ideas y voces activas contribuyan a solucionar los grandes problemas nacionales, mejoren la vida democrática de la República y se sumen a la toma responsable de decisiones”.
Resalta que este tipo de reformas son parte de una tendencia histórica en la expansión de los derechos de la ciudadanía.
Además, se busca aumentar la participación de la juventud para asegurar crecientes niveles de estabilidad política y la consolidación de la democracia, a través de permitir una mayor cantidad de voces jóvenes en los espacios legislativos. Con esta decisión, las comisiones dictaminadoras avanzan en la eliminación de cualquier elemento de desigualdad y o restricción a la participación ciudadana, se agrega en el documento.
Se menciona que el ejercicio de cargos de representación parlamentaria es uno de los derechos políticos que posee la ciudadanía, pero el actual requisito de edad implica un rezago en el derecho a ser votado, “pues en general hay consenso en reconocer que todas las personas, a partir de los 18 años, son capaces de decidir quién puede representarlas”.
Por otra parte, se abunda en el texto, al analizar la evolución del sistema bicameral en el parlamento mexicano, se encuentra que la responsabilidad de ser diputado, así como la de ser senador es la misma.