Ana De la Luz
Diario El Mundo
Vecina de la congregación de Coapichapan, una de las siete del municipio de Fortín, Blanca Xóchitl Martínez Oltehua, es una joven estudiante, cuya infancia se vio arropada de una familia con hábiles músicos y artistas plásticos, por lo que, uno de sus grandes sueños, es convertirse en una reconocida muralista.
Nació un 13 de octubre del año 2000, es decir, se aproxima su cumpleaños número 23; es hija del matrimonio conformado por Estanislao Martínez Carrera y María Claudia Oltehua Avelino, tiene dos hermanos menores -hombre y mujer- y cursa el último trimestre de la preparatoria en sistema abierto.
Quizá el vivir en un lugar enclavado entre montañas, con una extensa variedad de flores y follajes, sin dejar de lado la fauna, es uno de los factores que le inspiraron a tomar la iniciativa de pintar sus cuadros y dar el salto a su primer mural, en las paredes de la escuela primaria “Francisco I. Madero” de la colonia Ricardo Ballinas.
“Mi pasión es la pintura. Vivo en un lugar maravilloso rodeada de la paz de las montañas y una vegetación exuberante que se llama Coapichapan, un lugar rinconcito del municipio de Fortín. Crecí en una familia de hábiles músicos y artistas plástico, mi tío Quintín Pérez Martínez artista del impresionismo geométrico, quien me ha dado la oportunidad de conocer su trabajo desde que era yo una niña y es quien sembró en mi corazón el amor por la pintura”, compartió.
Xóchitl recordó que, su primer mural fue un atrevido paso, a pesar del miedo que le provocó la decisión, pues explicó que, un cuadro lo puedes ir moviendo, acomodándolo, pero un mural no. Sin embargo, se presentó la oportunidad y la tomó, con un resultado satisfactorio que, le mereció el reconocimiento de toda aquella persona que, ha visto su obra.
“Es un mural que pretende Inculcar a los niños y hasta a sus papás a saber un poco sobre el arte y a que identifique a personajes importantes de México, como Francisco I. Madero y Belisario Domínguez, porque cuando estaba pintando, pasaban y los niños preguntaban que quién era el personaje principal y les contestaban que era Belisario Domínguez cuando en realidad es Francisco I. Madero”, dijo.
Amor a la pintura
Xóchitl aspira a seguir estudiando y titularse como licenciada en Derecho, pero en su mente y corazón también está sembrada la inspiración y el amor a la pintura, por lo que, no descarta la idea de que, en un momento de su vida, pueda combinar ambas especialidades.
“¿Por qué me gusta pintar? Porque la pintura es una forma de comunicación, es una expresión, es terapia; desarrolla mi imaginación, la creatividad, la atención, el concepto estético, el concepto del espacio y enaltece mi autoestima además de ser un reflejo de emociones de la realidad y de ideas”, compartió gustosa.
La joven reveló que, le encanta el arte de la pintura en sus diferentes formas, porque expresa lo mejor que tiene el ser humano; el estilo de vida y la forma de pensar de una persona. Ella afirmó que, pintar es emoción, es sentimiento que le ayuda a tener la capacidad de creatividad y generar sentimientos emotivos en cada pintura o dibujo que plasma.
“Por ello y por mucho más, deseo despertar en otras mujeres la necesidad de cambiar las cosas, la edad es lo que menos importa, tenemos que expresar nuestras inquietudes, de mostrar aquello de lo que somos capaces, ya sea pintando en un papel, una pared o sobre un muro resquebrajado”, finalizó Blanca Xóchitl Martínez Oltehua.
Así lo dijo:
“Ha sido una gran aventura incursionar en la pintura. Mi gratitud a mi tío Quintín porque él me enseñó lo que sé y aun me sigue mostrando las bondades del arte plástico, en el que espero llegar muy lejos”. Blanca Xóchitl Martínez Oltehua, 22 años.
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